En el Día Mundial de las Personas #Refugiadas
El derecho al refugio, un derecho amenazado
La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas
Hoy 20 de junio se conmemora EL Día Internacional de las personas Refugiadas, y en reflejo de este día queremos expresar nuestra preocupación por las barreras que atraviesan las personas que necesitan acceder a la protección internacional, hoy más que nunca demandamos el reconocimiento de sus derechos, los Estados están obligados a aplicar la Convención Internacional sobre el Estatuto de los Refugiados con garantías de protección, acogida y del principio fundamental de la no devolución.
El derecho al refugio es un derecho amenazado al ser más las barreras para acceder que las garantías de protección y seguridad que los Estados están obligados a proveer. El derecho de asilo y refugio hoy se aplica bajo un sistema de mínimas garantías dependiendo del Estado. Por ejemplo, en España en 2019 solo se aprobó el 5,2% de las solicitudes de protección internacional, siendo Colombia uno de los principales países en solicitarla por nacionalidad en España, 29.363 según CEAR y vuelve a ocupar el primer puesto mundial, con población desplazada al interior del país.
Las cifras de ACNUR evidencian que ha sido más de 70.8 millones de personas las obligadas a dejar sus territorios de origen, siendo las mujeres y niñas población vulnerable no solo al representar aproximadamente la mitad de los refugiados, sino por los diversos escenarios de violencia que enfrentan en este tránsito emocional y físico. Las mujeres están sobreexpuestas a violaciones y vejámenes, y las barreras que transitan son de todo tipo: físico, jurídico, político, cultural, institucional, idioma, género y étnico.
Las desigualdades históricas y estructurales de género hacen que las mujeres y las niñas vivan situaciones de mayor riesgo. En el trayecto de expulsión, tránsito y llegada a los lugares de destino, enfrentan situaciones de múltiples discriminaciones y violencia de género. El trayecto para llegar a un país seguro es de alto riesgo por el hecho de ser mujeres. La trata y el abuso sexual son sus papeletas para sortear la llegada, convirtiéndose en un negocio más que crece como las armas y el narcotráfico.
Asimismo, la realidad de los hacinamientos en los campos de refugiados al ser miles de personas que viven en condiciones inhumanas, evidencia una sociedad desequilibrada, a lo que se suma actualmente con la epidemia del Covid-19 y que agrava aún más la situación para los principales países de acogida como Grecia, Francia, Italia, Turquía, Líbano, Pakistán, Uganda, entre otros, según datos de 2019 de ACNUR.
La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas nos solidarizamos con las mujeres en los campos de refugiados en el mundo, por su sobre-exposición a todo tipo de violencias por el hecho de ser mujeres, privadas de intimidad, la vulneración de sus derechos sexuales y reproductivos, además de la sobrecarga en el trabajo de los cuidados.
Exigimos a los Estados políticas de acogida e integración a la luz de la Convención de Ginebra. Medidas urgentes frente a un proceso de exilio y refugio doloroso que merece especial atención. Desde el trasegar continuamos siendo gestoras de paz y constructoras de memoria para generar cambios desde la raíz diversa y visiones transnacionales, que reiteramos, las personas refugiadas merecen un tratamiento digno a sus derechos y vías seguras para acceder a la protección internacional.
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